Del escritorio del pastor— 6 de agosto del 2023

La Transfiguración

La semana pasada celebramos la fiesta de San Ignacio de Loyola, quien fundó la Orden Jesuita (formalmente llamada la Compañía de Jesús) en 1570. Su orden hoy en día una de las más grande del mundo, sirve principalmente en parroquias y en la educación de 112 naciones en el mundo.

Más que el impacto que el ha tenido en nuestra iglesia en los últimos 450 años, también tuvo un gran impacto en San Antonio María Claret, quien en un momento de su vida pasó un tiempo en el noviciado jesuita lo que dejo una influencia duradera en el. Dos de las advertencias de san Ignacio nos ofrecen la forma de transfigurarnos, como lo hizo Jesús en el Evangelio de hoy.

La primera advertencia ignaciana que valió la pena adoptar fue su guía para “Encontrar a Dios en todas las cosas”. Porque Dios está en toda la creación y como Jesús dijo: “buscar y encontraran”, entonces estamos destinados a buscar a Dios en todas las cosas. Con demasiada frecuencia pensamos que Dios es demasiado difícil de encontrar, que está demasiado alto, por encima de nosotros, porque Él es divino y nosotros no. Ignacio sabía que si queremos encontrar a Dios, no solo debemos buscarlo en los lugares fáciles, sino que debemos buscarlo en todas partes. Con persistencia, lo veremos donde una vez no lo hicimos.

La segunda advertencia que Ignacio nos dio fue “sean hombres (y mujeres) para los demás”. San Ignacio nos recuerda nuestra identidad central, que no estamos en este mundo para nosotros mismos, somos seres sociales y estamos en esta tierra para hacer algo bueno por los demás. Así como Jesús dio su vida por los demás, también nosotros somos llamados a vivir por los demás, a servir a los demás, a ayudar a los demás. Este no es solo el llamado para sacerdotes religiosos, hermanos y hermanas, es un llamado para todos. Si somos fieles para lo que fuimos llamados a ser, usaremos los dones que Dios nos dio para el bien de otros.

hombres y mujeres han hecho esto en nuestra parroquia más recientemente a través de nuestra venta de garaje en las últimas dos semanas, especialmente las damas de Heart to Heart, así como nuestro refugio para personas sin hogar, nuestro programa PSR, nuestros ministerios litúrgicos y, con suerte, en nuestro próximo Festival de las Naciones. En cierto sentido, una advertencia lleva a la otra, si nos convertimos en hombres y mujeres para los demás, veremos a Dios en todas las cosas. Ignacio escribió una hermosa oración que puede guiarnos en nuestro proceso de transfiguración que he incluido aquí para su oración esta semana.

Tomad, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, y toda mi voluntad, Todo lo que tengo y llamo mío, me lo has dado tu Señor, te lo devuelvo. Todo es tuyo; Haz con él lo que quieras. Dame solo, tu amor y tu gracia, eso es suficiente para

AMDG (para la mayor gloria de Dios),

 

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Padre Ray Smith, CMF
Párroco

Con un corazón para la misión,
Padre Ray Smith