Del escritorio del pastor— 25 de febrero del 2024
Recientemente, hemos movido nuestros tablones de anuncios de la entrada al área de reunión para que así estén más a la vista los eventos parroquiales y comunitarios. Esta semana hay un tema en el tablero de anuncios que merece nuestra atención urgentemente y es el letrero que dice: ALTO “Defiende la vida, rehúsa firmar”. Este anuncio es el comienzo de respuesta a unos esfuerzos externos por anular el trabajo de décadas de nuestro estado para defender la vida en Missouri, y más específicamente la prohibición del aborto en nuestro estado
Intereses fuera del estado, y financiados en parte por George Souros, están recolectando activamente firmas a través de representantes contratados (que reciben $10 por firma) para tratar de conseguir una medida en la boleta electoral de noviembre. Esta medida busca consagrar el acceso ilimitado al aborto en la constitución de Missouri. Lo que hace malo este esfuerzo es el engaño que lo acompaña, ya que disfraza la enmienda como un proyecto de ley para el “cuidado materno” y ¿quién no quiere apoyar a las madres?
En la superficie, hay varios elementos de la propuesta que son buenas, como la atención prenatal y posnatal, pero metida dentro de una vaga lista de beneficios positivos está la inclusión del aborto. A medida que avanza la propuesta de enmienda, en particular la sección 4, es claro el aborto sin restricciones. Esto significaría que los abortos estarían permitidos hasta el último trimestre, independientemente de la viabilidad. Si bien es cierto que nuestro estado necesita abordar el hecho de que tenemos una tasa de mortalidad infantil muy alta (6,2 muertes por cada 1.000 habitantes, el doble de tasa de la mayoría de los países europeos), esta no es la solución.
Lo que hace que este esfuerzo sea más insidioso es que los representantes atrapan al público pidiéndoles primero su firma para una medida electoral diferente, como más licencia laboral pagada, de seguro que todos queremos más de eso. Luego dicen que tienen otra medida electoral para dar más atención médica a las madres, pero no se refieren al aborto y ciertamente no describen con precisión que están buscando un acceso irrestricto al aborto.
Nuestra fe católica es quizás la más clara en defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Está consagrado en las Escrituras, Deuteronomio 32:39 y como tal está consagrado en nuestro Derecho Canónico. Sé que dentro de nuestras familias y en la sociedad esto es un tema divisible, pero también sé cómo sacerdote el dolor de por vida que sienten las madres cuando se dan cuenta de lo que han hecho. No puedo subestimar lo importante que será para nosotros hablar con todas nuestras familias, amigos y vecinos para que se nieguen a firmar para que podamos proteger nuestros esfuerzos por la vida. Puede que nos cueste una amistad o dos, pero salvar vidas siempre vale la pena, al final es por eso que el Viernes Santo y la Pascua son tan importantes, porque Jesús nos salvó.
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Con un corazón para la misión,
Padre Ray Smith