Del escritorio del pastor— 8 de junio de 2025

Queridos Feligreses:

Pronto me iré de viaje por unas semanas. Voy a hacer una peregrinación por España llamada “El Camino de Santiago”.  El viernes 13 de junio salgo para Cape  Girardeau para volar al día siguiente, y estaré de regreso al Sagrado Corazón el 5 de julio para la misa.  Las peregrinaciones son aventuras desafiantes. Por lo general, algo sale mal/ o inesperado. ¡Afortunadamente, viajo con un médico, dos enfermeras y dos excursionistas experimentados! El Padre Andrew Williams estará conmigo, junto con sus padres y dos amigos suyos. Lamentaré no estar aquí en el Sagrado Corazón esas tres semanas, pero estaré rezando por ustedes y por nuestros seminaristas en todo el camino. Caminaremos entre 10 y 20 millas cada día, la mayoría de ellas entre 13 y 16 millas. Estoy seguro de que tendré muchas historias que contar para cuando regrese!

          El Camino de Santiago es una de las grandes peregrinaciones de la cristiandad. En este destino, Santiago de Compostela, descansan los huesos de Santiago hijo de Zebedeo, apóstol y hermano de San Juan Evangelista. Cuando comenzó la peregrinación en el siglo IX, esta región costera llamada Galicia era considerada el borde del mundo occidental, con vistas hacia el mar. Colón no navegaría hacia el Nuevo Mundo sino hasta después de seis siglos. En ese tiempo, era también un punto avanzado de la fe cristiana en la península que hoy conocemos como España. El Islam había surgido en el mundo en el siglo VIII y en sólo cien años se había expandido con fuerza por todo el norte de África hasta la península española. Las comunidades cristianas se vieron obligadas a esconderse buscando refugio en las montañas de la costa norte.

Es gracias a Santiago apóstol que la fe cristiana pudo extenderse una vez más por toda España. Los peregrinos viajaban desde toda Europa para visitar las reliquias de Santiago, trayendo consigo su dinero y su cultura. ¡Tuvieron que pagar la comida y el alojamiento! Esta cultura fortaleció al pueblo cristiano. ¡Incluso tenían hoteles dirigidos por monjes entrenados como caballeros para recibir a los peregrinos, como para defender las fronteras! El dinero ayudó a expandir el esfuerzo bélico y recuperar el territorio. Tardó seis siglos, y poco a poco en 1492, cuando Colón zarpó, los cristianos volvieron a gobernar toda la península.

Por favor, coloquen las peticiones que le gustaría que lleve conmigo en la peregrinación, en la caja blanca a la entrada de la Iglesia.

               

          

Padre Joseph