Eucaristia, El Cuerpo de Cristo

 Las lecturas de hoy se centran en el Evangelio de Marcos y su relato de la Ultima Cena. La Eucaristía toma su significado e importancia a partir de las acciones y palabras de Jesús. La Eucaristía para los primeros seguidores de Jesús era un verbo y no un sustantivo. En otras palabras, los cristianos vivían y se reunían para hacer Eucaristía no solo para recibirla. La Eucaristía fue y sigue siendo la acción que identifica, unifica y envía a todos los cristianos a una misión por los demás. 

Durante siglos los Cristianos han luchado por el significado e importancia de la presencia de Cristo en el pan y el vino. Nos hemos enfocado tanto en el “como” y el “por qué” de la presencia, que hemos opacado el significado mismo de la Eucaristía. Es decir, la Eucaristía es la acción que nos unifica a todos como el Cuerpo de Cristo. A veces, nos hemos centrado tan fuertemente en la presencia real de Cristo en el pan y el vino que hemos olvidado las modalidades de la presencia de Cristo en los demás, en la Palabra, en aquellos que nos ministran, y en toda la creación. 

El Concilio Vaticano, en la Constitución sobre la Sagrada Liturgia (Sacrosanctum consilium 7), nos recuerda sobre las muchas presencias de Cristo en el encuentro eucarístico. Las implicaciones de esta declaración son muy significativas. Porque Cristo está presente en los demás y en la Palabra en formas análogas a como él está presente sacramentalmente en el pan y el vino, entonces somos desafiados nuevamente a ser Eucaristía, el Cuerpo de Cristo, y no solo a recibir la Eucaristía. Somos desafiados a venerar y atender a los demás de la misma manera que veneramos y cuidamos de Cristo eucarístico. Cristo está verdaderamente presente y activo en todo. Cuando actuamos realmente de acuerdo a esta creencia, avanzamos hacia convertirnos en la comunidad sanadora, reconciliadora y unificadora que es el Cuerpo Místico de Cristo. 

Tomar el dictamen de Agustín acerca de la Eucaristía podría ayudarnos a concentrarnos en lo que somos. de la Eucaristía, se le atribuye a Agustín decir a los reunidos lo siguiente: 

“Cree en lo que recibes.
Recibe lo que crees.

Conviértete en lo que recibes” 

Con ustedes en Cristo,
Fr. Gaspar Masilamani, CMF