Del escritorio del pastor— 29 de septiembre del 2024
Queridos Feligreses,
La semana pasada escribí sobre las actualizaciones de la rectoría. Esta semana me gustaría seguir con algunos comentarios adicionales. En primer lugar, gracias a todos los que me han animado en el trabajo de la rectoría y me han ofrecido ayuda de diversas maneras. Gracias también a quienes expresaron sus inquietudes y asi pudiéramos hablar sobre ellas. Me complace decir que gracias a las conversaciones impulsadas por el boletín de la semana pasada, es posible que obtengamos un costo más bajo en el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
Después de expresar mi gratitud por el proyecto actual, me gustaría decir unas palabras sobre cómo surgió este proyecto y el enfoque que hemos adoptado para el trabajo. Inicialmente, el obispo Rice pensó que la diócesis compraría la Villa Claret, pero a cambio se decidió mejor invertir en la rectoría actual. Coincidimos en que los feligreses de aquí cuidaron bien de la casa, pero después ningún sacerdote activo ha vivido aquí desde hace 12 años, por lo que necesitaba más ayuda de lo habitual. Incluyendo tuberías de agua dañadas, muebles rotos y electrodomésticos viejos. Al final, el obispo ofreció contratar a un solo contratista para que se encargara de las actualizaciones del interior, más de lo que podíamos permitirnos. Por nuestra parte, acordamos con nuestro consejo de finanzas encargarnos de las partes individuales más pequeñas en las que tendríamos más libertad para trabajar dentro de nuestras habilidades y presupuesto (calefacción, ventilación y aire acondicionado, ventanas, pintura exterior, albañilería, etc.). El consejo cree que podremos recaudar el dinero por la parte de la parroquia, y lo que no podríamos recaudar lo podemos encontrar en la cuenta bancaria de la parroquia. Teníamos la esperanza de que el proyecto fuera adoptado por aquellos que vieran su valor.
Esto nos lleva a unas palabras sobre la transparencia financiera. Quiero disculparme si alguien se ha visto sorprendido por esto. Quiero darles mi compromiso de ser transparentes con las finanzas. Es por eso decidí ser claro con los dólares y los detalles la semana pasada. Esta fue una situación de necesidad inusual a mi llegada. Aun así, consulté con las personas necesarias en la diócesis y en la parroquia sobre cada decisión que tomé a lo largo del camino. Quiero que sepan que sus contribuciones a la iglesia son apreciadas y bien utilizadas. ¡Gracias por toda su generosidad hacia esta parroquia y el gran amor que tienen por sus sacerdotes, yo incluido!
Padre Joseph