Del escritorio del pastor—28 de noviembre de 2021


Padre Ray Smith, CMF
Administrador parroquial

Querida familia de Sagrado Corazon,

¡Feliz Año Nuevo!

No, no estoy un mes adelantado, hoy comienza el Adviento y nuestro nuevo año eclesiástico y deseo desearle a todos un feliz Año Nuevo lleno de las bendiciones de Dios para ustedes y su familia.

A diferencia del Ano Nuevo en el calendario, el Ano Nuevo en la Iglesia no comienza con fiestas y cuentas regresivas a la medianoche, pero si nos da algunas cosas especificas por hacer. Sobre todo, se nos pide prepararnos para la venida de Jesús como lo hizo María. Es una preparación que hacemos por fuera y por dentro.

Por fuera, nuestra Iglesia cambiara de colores del verde al morado, para indicar que comenzamos una temporada de reflexión y penitencia. Además, escucharemos nuestras lecturas de Adviento que nos pedirá escuchar Su venida y estar alerta ya que no vendrá de la manera que esperamos. Finalmente, nuestro Nuevo Ano comienza una época de nuevas esperanzas y grandes expectativas, simbolizado con la decoración de luces.

Por dentro, se nos pide limpiar nuestros hogares espirituales. Lo haremos a través del sacramento de la reconciliación, (confesión). De nuestra parte el Sagrado Corazón tendrá un Servicio Comunal de Penitencia el 15 de Diciembre a las 7 pm. Si a esa hora no puede, siempre puede sacar cita conmigo durante la semana (algunas horas de la noche son posible) o vengan unos 30 minutos antes de las misas los fines de semana para recibir el regalo de la reconciliación (confesión) y tener un comienzo nuevo para el Año Nuevo. No permitas que nada te aleje de la amorosa misericordia de Dios, aun si han pasado muchos años, su misericordia es mucho más grande que cualquiera de nuestros pecados.

Y finalmente, caminamos con María cuando aceptamos dar a Jesús un verdadero hogar en nosotros. Esto lo hacemos principalmente cuando nos comprometemos a participar activamente en las misas de los domingos y recibir la Eucaristía cada semana, y durante la semana si es posible. Con este nuevo compromiso, nuestras promesas en el Año Nuevo de la Iglesia estarán llenas de gracia, y no llenas de culpa como son a menudo las resoluciones de Año Nuevo.

Muchas veces en el año nuevo oramos por un comienzo nuevo, buscando dejar atrás algo que está muerto, y así deberíamos… Si podemos seguir estos pasos sencillos, estaremos en camino hacia un feliz Año Nuevo, no un Año Nuevo perfecto, no un Año Nuevo sin dolor, sino un Año Nuevo feliz porque sabemos que Cristo es nuestra verdadera felicidad. Si comienzas a hacer un lugar nuevo para Él en tu vida, si estás dispuesto a amarlo de alguna manera nueva, si estás dispuesto a servirle de alguna forma que no lo hacías antes, tendrás todo lo que necesitas para ser feliz. En el frio del invierno con el calor de su amor.

Con un corazón para la misión,
Fr. Ray