Del escritorio del pastor— 26 de mayo del 2024

El 7 de junio de este año, nuestra fiesta patronal del Sagrado Corazón de Jesús será aún más especial por el hecho de que nuestro seminarista claretiano David Gutiérrez, CMF, profesará sus votos perpetuos con nosotros en la misa de las 6 p.m. que será una celebración bilingüe. Como no antes hemos tenido la celebración de votos perpetuos aquí en el Sagrado Corazón, y muchas personas parecen no estar familiarizadas con este tipo de celebración, pensé aconsejable compartir con ustedes sobre su significado e importancia

La mayoría de los católicos conocen el sacramento de la ordenación, donde un hombre que busca servir a Dios como sacerdote es “ordenado” por un obispo en un hermoso ritual. Para un seminarista diocesano, es la culminación de su formación y es el centro de su compromiso de por vida con Dios y su pueblo. Si bien David tendrá una ordenación el próximo año, su formación como Misionero Claretiano termina con la celebración de los votos perpetuos de castidad, pobreza y obediencia

Para nosotros, como Misioneros Claretianos (formalmente conocidos como Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María) y miembros de una congregación/orden religiosa, la celebración de los votos es el marcador central de nuestras vidas. La preparación para los votos perpetuos comienza en los años como postulante y noviciado, donde aprendemos sobre el carisma de nuestra Congregación y los votos (también llamados consejos evangélicos, ya que se basan en la vida evangélica). Al final del noviciado, uno hace los primeros votos (a veces llamados votos simples) como lo hizo David en 2017. Estos votos se renuevan anualmente y si uno y sus formadores disciernen que están siendo llamados por Dios a esta forma de vida, como lo ha hecho David, uno hace una promesa de por vida con votos perpetuos.

¿Por qué pobreza, castidad y obediencia? Simplemente, es el deseo de vivir más de una forma más cercana a como lo hizo Jesús. Recordemos que las Escrituras nos dice que Él se hizo pobre por nosotros (1 Corintios 8:9), nos pidió que vivamos vidas castas (1 Corintios 7:32-34), y fue obediente en todas las cosas hasta la muerte (Filipenses 2:8). En la vida religiosa, algunos pueden ser hermanos o algunos pueden ser sacerdotes, pero todos hacen una profesión de votos y eso nos une no solo a Jesús, sino también entre nosotros. Para mí, los votos siempre me atrajeron porque eran algo que todos compartíamos, y eso nos hacía a todos iguales.

Así que en este día en que se celebrar el gran amor de Jesús, la Fiesta de Su Sagrado Corazón, David entrará más profundamente a ese corazón con votos de por vida, nuestras tres formas de amar a los demás. Nuestra ceremonia será seguida de una recepción en el Salón donde nuestra alegría se desbordará para felicitarlo por dar el “sí” para consagrarse al Inmaculado Corazón de María como su hijo y seguidor de Jesús. Esta es una invitación abierta a nuestra parroquia y esperamos verlos a todos los que puedan para esta celebración hermosa y alegre.

            

 

.


Padre Ray Smith, CMF
Párroco

Con un corazón para la misión,
Padre Ray Smith