Del escritorio del pastor— 18 de junio del 2023
2 Corazones
El pasado fin de semana celebramos la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús (16 de Junio nuestra fiesta patronal) y la Fiesta del Inmaculado Corazón de María (17 de julio nuestra fiesta patronal Claretiana). Tal vez escuchar de una fiesta dedicada a los Corazones de María y Jesús los haga pensar en películas románticas de Hallmark, pero estas fiestas son mucho más que eso, ellas nos muestran lo mejor de nuestra fe católica contra siglos de persecución.
Desde el tiempo de Jesús, la Iglesia se ha enfrentado a la oposición de su mensaje, desde la prohibición del cristianismo hasta la pena de muerte (crucifixiones y ser arrojado a las bestias salvajes) y que duró hasta el siglo 4. Si bien es cierto que la Iglesia vio un período de aceptación en Europa desde el siglo 4 hasta el siglo 16, la Iglesia todavía fue brutalmente perseguida en el norte de África, la Tierra Santa y España con el advenimiento de la fe musulmana. Muchos historiadores se han centrado en campañas católicas injustas contra musulmanes con las Cruzadas, pero no recuerdan los horrores contra los católicos que precedieron a las Cruzadas.
En la década 1500, estas persecuciones regresaron con la Reforma Protestante. Ciertamente, hubo malos actores en ambos lados de la Reforma, pero los efectos permanentes de esta Reforma fueron un ataque sistemático contra la fe católica que continua hasta hoy. Eventos como Kulturkampf en Alemania, la Revolución Francesa, la expulsión de España de la reina católica Isabel II (y San Antonio María Claret) e incluso la Revolución Americana solidificaron una cultura anticatólica que ha persistido hasta hoy. En los Estados Unidos, a los católicos se les prohibió vivir en varias de las primeras colonias y la violencia contra los católicos siguió en aumento, culminando con la formación del Ku Klux Klan, cuyos objetivos originales fueron católicos, negros y judíos.
¿Qué tiene que ver esta oscura historia con las fiestas de los corazones de Jesús y María? La celebración de estas fiestas no son casualidad. Estas fiestas del amor de Dios y María por nosotros nacen como respuesta a las persecuciones crecientes de la Iglesia. Estas fiestas de amor como respuesta al odio son el Evangelio en acción. Qué significa vivir el mandamiento de Jesús de “Amar a vuestros enemigos, orar por los que nos persiguen” (Mat.5:43)” Así comenzaron estas fiestas. Cuando vi que estas fiestas eran algo más que reflexiones románticas, sentí orgullo de ver que encontramos la respuesta cristiana más auténtica a la Reforma, con el amor. También me da la esperanza de tener un camino libre a seguir, especialmente con nuestros jóvenes, en un mundo que aun persigue nuestra fe y en una ciudad donde las radios protestantes están llenas de ataques anticatólicos, Solo el amor de los Corazones de María y Jesús nos mantendrá arraigados a Dios y a nuestra misión de amar como Él amó.
Con un corazón para la misión,
Padre Ray Smith