Del escritorio del pastor— 17 de abril del 2022
Querida familia de Sagrado Corazon,
¡Bendiciones Pascuales para usted y su familia! Tal vez estén acostumbrados a escuchar “Felices Pascuas”, pero les deseo mucho más que un día feliz. Hoy es un día de júbilo absoluto y esta alegría es una bendición para nosotros. Jesús nos bendice con la promesa de que las fuerzas del mal del mundo y la muerte no tienen la última palabra.
Marty Dybicz en su perspicaz articulo (católico) sobre la alegría comparte que “[Católica] la alegría es un Espíritu o disposición de paz interior, fuerza, esperanza, confianza, y determinación que proviene de experimentar el amor de Dios por nosotros a pesar de nuestros pecados, egoísmos, y errores. La alegría no siempre se siente bien, emocional o físicamente. La alegría se experimenta en tiempos de lucha y dolor. La batalla se perderá, pero la guerra se ha ganado. Cristo ha vencido el mal, y podemos compartir su victoria. La alegría nos fortalece para enfrentar la realidad y no escapar de ella.”
¿No es esto lo que hemos recorrido estos últimos 40 días y especialmente más en el Triduo? Si, el mal está a nuestro alrededor, y a veces pareciera ganar incluso en nosotros, pero hoy, Jesús nos recuerda que, si estamos dispuestos a morir en nosotros mismos, como lo hizo Él, el mal no puede vencer. Este es el sentimiento que Jesús compartió con los apóstoles en la última cena cuando dijo “les he dicho esto para que mi gozo este en ustedes y su gozo sea completo.” Juan 15:11
Usaremos muchos símbolos para compartir esta alegría, para algunos puede ser encontrando Huevos de la Pascua, para otros los conejitos de chocolate, y otros el Jamón de la Pascua, pero todo esto símbolos/imágenes palidecen ante la verdadera imagen de la Pascua que es la tumba vacía y el Cristo resucitado. Estas dos imágenes nos mantienen conectados a lo que realmente es este día porque si lo perdemos entonces hoy será solo otro día más.
Durante toda la historia humana, la muerte ha perseguido nuestras vidas. Varias culturas y religiones han creado un sentido de lo que sucederá después, pero lo que los cristianos católicos nunca podemos olvidar es que nadie ha regresado de entre los muertos con la plenitud y forma en que Jesús lo hizo. Ciertamente, Jesús nos resucitó a Lázaro y al hijo de la viuda de Naim, pero cada uno de ellos enfrentó la muerte. Hoy la resurrección de Jesús es absoluta, y no es una metáfora o leyenda, sino atestiguada y documentada.
Pensar por un momento en los millones de años de la vida humana, hemos vivido para ver el cumplimiento del plan de Dios de traernos de Vuelta a Él para siempre. cómo no va a llenarnos de alegría eso? Quizás si hemos perdido a un ser querido recientemente en este día se siente el vacío, como la tumba vacía, pero nuestra alegría es saber que la tumba vacía no es la última palabra y la resurrección de Jesús los ha acercado mucho más a nosotros y nosotros a El para que nuestro gozo sea completo.
Con un corazón para la misión,
Padre Ray