Del escritorio del pastor— 15 de septiembre del 2024

Queridos feligreses,

Últimamente he estado pensando en el Sagrado Corazón de Jesús. Estoy agradecido de tener una iglesia con un nombre tan hermoso. Jesús tiene un amor tan personal por cada uno de nosotros. A veces nos sentimos ignorados por todos los que nos rodean y pensamos que incluso Dios debe estar demasiado ocupado con las oraciones de otra persona para escuchar las nuestras. ¡Nada más lejos de la realidad!

Cuando miro al Sagrado Corazón de Jesús, recuerdo eso. Recuerdo que soy yo quien ha estado distraído, soy quien ha estado tratando de hacerlo todo por mi cuenta o esperando simplemente que Dios lo arregle todo sin que yo sea parte de la solución. Dios ve a cada uno de nosotros, nos conoce a todos por nuestro nombre. Él sabe lo que estamos sufriendo, nuestras dificultades, y está con nosotros en cada momento de nuestras vidas en nuestros sufrimientos y cuando estamos alegres. Cuando recuerdo que él me conoce y que se acuerda de mí, recuerdo que no debo preocuparme. Vuelvo a sentirme en paz porque lo tengo a mi lado. Ver el Sagrado Corazón de Jesús me recuerda su amor y me siento agradecido. Les deseo lo mismo a todos ustedes esta semana y las siguientes. Que Dios te bendiga.

               

          

Fr. Joseph