Del escritorio del pastor— 14 de julio del 2024

Hola a todos en el Sagrado Corazón!
Estoy muy feliz de estar con ustedes. He disfrutado mucho de mi primera semana celebrando las
misas y conociendo a muchos de ustedes aquí en el Sagrado Corazón. Muchas gracias por ser tan
acogedores, y agradezco en especial a los ministros laicos, músicos, y a todos quienes me ayudaron a
encontrar mi camino. También, quiero dar un agradecimiento especial a todos por su paciencia con mis
habilidades de conversación en español. Ya aprendí nuevas palabras que son muy útiles esta semana, y sé que seguiré mejorando. ¿Quizás quieran saber algo más sobre mí? Crecí en Cape Girardeau, MO en la parroquia de San Vicente de Paul. Tengo tres hermanas mayores, un hermano mayor y una hermana menor. Fui educado en casa hasta el octavo grado y luego fui a la Escuela Secundaria Católica Notre Dame. Mientras estaba en la escuela secundaria, viví con mi devota abuela porque mis padres se mudaron a Jonesboro, AR, por unos años. Ahora están nuevamente cerca a Cape Girardeau y papa es diacono de la diócesis. Es posible que los conozcan cuando vengan de visita. Antes del Seminario, fui a la Universidad Estatal Truman para obtener una licenciatura en Lenguas Romances con énfasis en español. Estudie un verano en Salamanca, España, donde viví con una familia y tome clases. La preparación para el Festival de las Naciones me ha hecho recordar lo mucho que disfrute trabajando en la Oficina de Estudiantes Internacionales en esos días. ¡Dios es bueno! Se darán cuenta rápidamente de que soy muy reflexivo y organizado, no actuó rápidamente, pero si deliberado cuando lo hago. Me gusta tener nuevas ideas y proyectos creativos. Disfruto de la escritura creativa y los bocetos, pero mi mayor pasatiempo es la música: toco el piano, guitarra y canto. Desafortunadamente no soy bueno
en la cocina, pero este año comencé a hornear mi propio pan! También tengo un perro llamado Chip que tiene seis años y es una mezcla de pastor alemán y Malamute. Salimos a dar largos paseos por el vecindario todos los días. Se porta muy bien, pero puede que de un salto para
saludarlos a la primera que los vea, pero antes que lo intente, pueden desanimarlo con solo poner su mano en su cara; por ahora se va a quedar con mis padres hasta que me mude. Antes de terminar, quiero agradecer enormemente al Padre Ray por todo el bien que ha hecho aquí y por lo útil que ha sido conmigo para empezar. Oro para que sienta la cercanía de Dios cuando vaya a Vancouver. Que Dios lo recompense por su bondad y fidelidad.

Padre Joseph

            

 

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Padre Ray Smith, CMF
Párroco

Con un corazón para la misión,
Padre Ray Smith